¿Quién no se ha sentido sobresaturado
antes de un examen? ¿Eres de los que te enfadas con el mundo, en especial con los
conductores de delante, durante un atasco? ¿Sientes que estás en una situación
de continua tensión al hablar en público? ¿Duermes mal? Todas y cada una de
estas situaciones aisladas son momentos puntuales de estrés.
Este término, cada vez más utilizado en
nuestra sociedad, no es más que la respuesta que emite nuestro cuerpo ante
determinadas circunstancias que percibimos como amenazas. Son situaciones que
perturban nuestro equilibrio, tanto emocional como físico. Si esto sucede
puntualmente y de forma aislada no tenemos por qué preocuparnos, de hecho el
estrés en necesario e incluso puede resultar beneficioso. El problema está
cuando estas situaciones se prolongan en el tiempo, es decir, cuando son a
largo plazo y no puntuales; o si se intensifican. A partir de este momento ya estamos
hablando de un problema que afecta a la salud y que condiciona la forma de vida
de las personas que padecen estrés.
Causas del estrés
Cualquier acontecimiento en
nuestra vida diaria puede desencadenar estrés. Puede ser un acontecimiento
positivo (encontrar el trabajo deseado, la paternidad…) o uno negativo (un
fallecimiento, despido…) la causa de estrés en un individuo. Cabe destacar en este tema que una situación
que genere estrés en una persona no tiene porqué desencadenarlo en otra, o
viceversa.
Existe una clasificación muy extendida
que divide la etiología del estrés en los siguientes grupos:
- Causas fisiológica: Son lesiones o enfermedades que se producen en nuestro organismo y que pueden aumentar significativamente nuestro nivel de estrés.
- Causas psicológicas: estas causas presentan una estrecha relación con la vulnerabilidad emocional y cognitiva. Desde crisis vitales ( por ejemplo el paso de la niñez a la adolescencia) hasta conflictos en las relaciones interpersonales (separaciones, enemistades, discusiones…).
- Causa sociales: Son los cambios que se producen en la sociedad, puesto que cada uno trae consigo nuevos retos que no siempre somos capaces de aceptar o superar. Por ejemplo el fallecimiento de un conocido, el tráfico, cambios en nuestro ambiente laboral…
- Causas ambientales: Son la contaminación ambiental, las catástrofes…
Casi que contestaría un "si" a todas as preguntas que fas ao comezo. Como dis ti, situacións puntuales de estrés pero que si non pensamos nelas podemos vivir relajados.
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