Habitualmente al hablar de los sin techo asociamos el
término a personas marginales, con graves problemas de integración social y con
un bajo nivel cultural y educativo. Incluso nos imaginamos a una persona con la
higiene personal descuidada, enganchadas a cualquier tipo de droga y pasando
las noches en los soportales de cualquier edificio, a las puertas de una iglesia
y, con suerte, en algún albergue.
Sin embargo es más correcto hablar de personas sin hogar que
sin techo, ya que según la FEANTSA (Federación Europea de Asociaciones
Nacionales que Trabajan con los Sin Hogar) este término engloba a todas
aquellas personas que no pueden acceder o conservar una vivienda adecuada a su situación
personal, sin relaciones de carácter afectivo y sin recursos. Es decir, se
refiere tanto al ámbito vivencial, familiar, cultural como al asistencial.
Os dejo una canción de La Fuga para ambientar el post.
"Es el precio de nacer lejos del dinero, tan lejos del poder"
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